En Contra Del Aborto. A favor de la ley

Hace unos días vi en un noticiero, la imagen de un recién nacido dentro de una bolsa de basura, negra, de plástico, arrojado entre los desperdicios. Hasta ese momento yo estaba en contra de la ley de aborto.

No creo que el punto de discusión esté centrado en la determinación de si es o no un asesinato. Cuando vi ese bebe en la basura, entendí que la cuestión es más profunda. Entendí que no se trata de criterios encontrados, ni se trata de sentido común. Se trata de los hechos. No se trata de lo que somos, sino de lo que hacemos. Si arrojamos a un niño a la basura, sin ningún respeto por la vida, el cuándo es un tecnicismo, y la ley de aborto si se aprueba o no se aprueba no va a cambiar eso. La mujer que cree que es una aberración arrojar un bebe a la basura, no lo va a hacer, ni cuando comienza a gestarse ni cuando ya lo ha parido, es lo mismo. Pero... Pero si se aprueba la ley de aborto, se le da a ese acto un marco de higiene, seguridad, sanidad y seguridad para la mujer. Esto es bueno.

Después de todo, ninguna mujer será obligada a hacerse un aborto. Pero y aunque no estoy de acuerdo con la práctica del aborto, no se le puede obligar a una mujer a parir un hijo que no desea. Esto está absolutamente claro y es necesario que todos lo entiendan y lo vean, como yo fuí capaz de comprender, aunque piense distinto.

Por qué la sociedad, los hombres o quien sea, obligarían a las mujeres a cumplir con un rol que no desea tener. Todo esto está claro también.

Sin embargo, existe un poder en la ella, que ella no alcanza a comprender. No somos como los animales ordinarios, no somos como las hembras de otras razas, que deben arrojarse a los instintos de aparearse y luego parir a sus crías. Podemos elegir. Ahí está la auténtica libertad. Pero no solo elegir hacerse un aborto o no, elegir embarazarnos o no. Elegir aparearnos o no, y con quien hacerlo. Y junto con los derechos tenemos obligaciones. Pero nadie reclama el cumplimiento de sus obligaciones. Si no queremos parir hijos, estamos obligadas a cuidarnos, así como nos cuidamos al cruzar la calle. Pero nuestro instinto se supervivencia no nos previene de parir hijos no deseados, eso viene con la libertad de elegir, y a la libertad hay que construirla. A veces es sencillo, generalmente no lo es.

Tomemos la firme determinación de conseguir, perseguir, proteger, preservar y hacer valer nuestra libertad. Y no olvidemos que los derechos siempre vienen con obligaciones. Unipersonales.

No soy una erudita en el tema, pero mi opinión es que cuando una gran parte de la sociedad necesita algo, su gobierno está obligado a buscar los medios y los recursos para cumplir, suplir esa necesidad. Porque no está otorgando beneficios individuales, sino que está protegiendo y velando por el bienestar social. Hoy la sociedad argentina necesita la ley de aborto, y si bien podemos pensar diferente, como yo, nadie puede negar que se busca cubrir una necesidad social.